Cuando Darl Moody dispara su rifle contra algo que se mueve entre los arbustos, cree que le ha dado a un jabalí. Al acercarse a su presa, se da cuenta que acaba de matar a un hombre. La víctima, un pobre desgraciado que recogía ginseng furtivamente, es el hermano de uno de los tipos más violentos de la zona.
En un arrebato de pánico, Darl decide deshacerse del cadáver con ayuda de su mejor amigo, Calvin Hooper, quien, a pesar de sus reticencias, accede a encubrirlo. Calvin sabe que es terrible lo que han decidido hacer, pero en su fuero interno sabe que nunca podrá dejar a un amigo en la estacada. Ninguno de los dos es consciente de que enterrar el cuerpo para deshacerse de él será el menor de sus problemas.
Una hermosa y terrible fábula ambientada en parajes tan cautivadores como violentos, en la que las respuestas nunca son sencillas y la moraleja presenta numerosas aristas.
«David Joy se atreve a adentrarse en todos los lugares oscuros, pero su voz y su corazón son faros poderosos que nos guían y detrás de los cuales asumiremos los riesgos». MEGAN ABOTT