1. En la composición del personaje de Jack Reacher se ha citado mucho la figura del vaquero solitario, aquel que, privado de raíces o huyendo de un trauma del pasado, vaga, ligero de equipaje y lleno de recuerdos, de pueblo en pueblo, donde indefectible e involuntariamente se topa con problemas que le impelen a actuar movido por su sentido de la justicia.

Cual Ulises por el árido Oeste, no hay forma de encontrar la paz ni de asentarse, por lo que la resolución de cada conflicto no es más que un episodio más en una cadena infinita de misiones forzosas. La imagen icónica de este arquetipo es la que lo muestra abandonando el lugar en el que ha reinstaurado el orden, dirigiéndose a lomos de su caballo hacia un horizonte crepuscular, símbolo del final de una nueva aventura que, al despuntar de nuevo el alba, tendrá su continuidad en la inauguración de la siguiente. Pocos en la cultura popular lo han representado mejor que Lucky Luke, el cowboy creado por el dibujante belga Morris en 1946, cuyas peripecias se cerraban siempre con una viñeta que lo mostraba exactamente bajo las condiciones descritas:

2. Reacher también se inspira de forma confesa en una suerte de variación japonesa del cowboy vagabundo: el ronin, cuyo nombre (“ola de mar”) ya da cuenta de su carácter errante. Este era un samurái que, bien por muerte bien por deshonra, ya no se encontraba al servicio de un señor feudal, viéndose forzado a sobrevivir con la única ayuda de su espada, en ocasiones alquilando sus servicios a un clan. En tanto que ex miembro de la policía militar, Reacher también perteneció a una supra organización, de férrea reglamentación y con marcados códigos de honor, de la que acabó saliendo. Ahora está solo y es su formación pasada en las artes de la lucha lo que le permite sobrevivir en un mundo cruel que no le perdona su condición de descastado, obligándolo a empuñar un arma cuando querría vivir en armonía.

3. Uno de los atributos que singularizan a Jack Reacher es su capacidad de anticipación, lo que lo faculta para visualizar cómo se va a desarrollar una inminente escena crítica/violenta, la cual le va exigir desplegar sus recursos de combate (capacidad física + competencia con las armas). Lee Child comenta que su personaje vive por sistema cinco segundos en el futuro, clave que explica por qué no lleva muchos años a dos metros bajo tierra. Esta combinación de prelectura de la escena que explotará in extremis, paciencia y despliegue de reflejos son características compartidas tanto por el vaquero como por el ronin, criaturas abonadas al duelo con uno o más rivales.

Una vez más, Lucky Luke, con la legendaria frase que lo promocionaba, “Más rápido que su sombra”, deviene un perfecto ejemplo de ello:

Por descontado, abundan los ejemplos de samuráis ejercitando esos mismos dones, pero cabe destacar la figura de Zatoichi, personaje creado por el novelista Kan Shimozaga que se traspasó a series de televisión y películas, cuya ceguera transformaba esos reflejos letales en una compensación de la Naturaleza que bordeaba lo sobrenatural. La adaptación cinematográfica de Tsakeshi Kitano lo captó de manera magistral:

4. Lo que seguramente no sospechaba ni el mismo Lee Child es que Jack Reacher no sólo formaría parte de esta cadena de heroicos arquetipos culturales sino que se convertiría a su vez en elemento inspirador a la hora de ampliar el catálogo de facultades del detective más famoso de todos los tiempos: Sherlock Holmes. El fan de Child que viera las películas de Guy Ritchie en las que remozaba a la criatura de Conan Doyle debió quedarse de piedra al constatar que, en los instantes previos a sus peleas, Holmes detallaba a su rival o al espectador los diferentes pasos de su plan de ataque (“te golpearé aquí causándote esto, luego abordaré este otro punto flaco…”), un préstamo descarado de las chulescas advertencias del presciente Reacher, una de sus más genuinas marcas de fábrica.

5. CONCLUSIÓN: LUCKY LUKE + RONIN + SHERLOCK HOLMES 2.0 = JACK REACHER

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