MYRON BOLITAR, la serie
Harlan Coben empezó su carrera literaria publicando dos abracadabrantes novelas de suspense con algunos puntos en común: un ritmo arrollador, sorpresas en cada esquina y, cada una de ellas, con un protagonista que jugaba en la NBA. En la tercera, Motivo de ruptura (1995), refinó su estilo y creó un nuevo personaje que le permitió adoptar un enfoque completamente nuevo. Ahora ya no era un jugador de baloncesto en activo, sino un agente deportivo que se ocupaba de resolver los graves problemas de sus representados. Eso le abrió a Coben un abanico de posibilidades inmenso a la hora de plantear tramas originales. Había nacido Myron Bolitar.
La serie protagonizada por Bolitar, publicada íntegramente por RBA, está compuesta por once novelas (¡de momento!) y es la mejor manera de constatar cómo ha evolucionado la fecunda inventiva de su autor. Acompañado de otros personajes habituales, como la desacomplejada Esperanza Diaz o el excéntrico Win, Bolitar ha ido creciendo como inusual detective y como persona, ofreciéndonos en cada entrega una manera diferente de resolver crímenes y misterios, además de no pocas pinceladas de su vida privada.
MYRON BOLITAR, el personaje
Myron Bolitar tenía por delante un futuro prometedor como jugador de baloncesto profesional. Pero, poco después de fichar por los Boston Celtics, una grave lesión de rodilla acabó con sus sueños. Decidido a seguir vinculado al deporte de élite, estudió Derecho en Harvard y, tras pasar una temporada en el FBI, se convirtió en agente deportivo. Su intención siempre ha sido ofrecer un trato muy personalizado a sus clientes, y eso no se limita a sus carreras deportivas, sino que también intenta resolverles otros problemas más “delicados”, como amenazas de muerte, secuestros, desapariciones de seres queridos…
Bolitar es un tipo muy alto (casi 1,95), guapo y encantador. Practica taekwondo y sabe defenderse con los puños. Al igual que Harlan Coben, nació en Newark (Nueva Jersey) y es de ascendencia judía. Nunca le ha gustado mucho su nombre de pila. En cambio, le encanta un batido de chocolate llamado Yoo-hoo, que elaboran en Nueva Jersey (un guiño humorístico de Coben respecto a la afición de otros grandes detectives a una bebida concreta). Bolitar se dedica en cuerpo y alma a su empresa, que con el paso del tiempo y de las novelas irá cambiando y diversificándose hasta representar a actores; y tiene una vida sentimental un poco complicada. Con él, Coben ha creado uno de los detectives más populares del mundo.