La sueca Viveca Sten quiere quitar el reinado negro a Camila Läckberg. Bajo este titular se presenta la entrevista de Carmen Sigüenza a Viveca Sten, quien ha visitado nuestro país con motivo del lanzamiento de su última novela Morirás esta noche.

Dast Magazin afirma que «Viveca Sten pertenece a ese grupo de escritoras que crecen y mejoran con cada nuevo libro. Se ha convertido en una de las mejores escritoras de su especialidad», y podemos corroborarlo con el lanzamiento de su nueva novela, Morirás esta noche, la segunda publicada por RBA, después de Sin culpa

Cuanto a la obra, crítica y lectores, coinciden en destacar la capacidad de Viveca Sten de dar vida a sus protagonistas «hacerlos atractivos. Queremos más cosas sobre ellos» (Literatursiden). Aquí os dejamos un quién es quién en sus novelas: los protagonistas y las inquietantes islas de Sandhamn y Korsö como escenarios. 

 

Nora Linde

Abogada de un banco recién entrada en la cuarentena. Tiene que hacer malabarismos para compaginar su trabajo con el cuidado de sus dos hijos, Adam, de 12, y Simon, de 8, a quienes la separación de sus progenitores ha desequilibrado. Tiene la custodia compartida con su ex marido, Henrik Linde, hijo de un embajador, aficionado a las regatas y un médico arrogante y egoísta. Su infidelidad con una compañera de trabajo, Marie, desencadenó la ruptura. Nora no ha superado la rabia que le produjo el descubrimiento, ni la facilidad con la que él ha rehecho su vida sentimental, si bien sólo ahora entiende al ser despreciable que escondía. Lo que más placer le procura es aprovechar el buen tiempo para ir a la casa de veraneo que tiene en Sandhamn.

Thomas Andreasson

Inspector de la policía de Nacka, que tiene bajo su jurisdicción el archipiélago al que pertenece Sandhamn. Constante y resolutivo, se dedica en cuerpo y alma a su trabajo. Es amigo de la infancia de Nora Lein, de quien busca con frecuencia la opinión sobre alguna investigación en curso y a la que en ocasiones implica más de lo que le gustaría en sus casos. Un accidente en el hielo le provocó múltiples congelaciones y la pérdida de dos dedos del pie, lo que implicó una lenta recuperación y puso en duda que pudiera regresar al servicio activo. Sin embargo, el mayor drama de su vida fue la pérdida de su hija de tres meses a causa de la muerte súbita. El insoportable dolor resultante acabó con su matrimonio con Pernilla, aunque en Morirás esta noche se abren vías de reconciliación. Tiene problemas de insomnio, se siente culpable por no poder atender mejor a su pareja y no duda en pasar a la acción cuando las cosas se ponen feas.

Sandhamn

La isla de Sandhamn, ubicada en el archipiélago de Estocolmo, es una localización clave en todas las novelas de Viveca Sten. A ella le une un vínculo sentimental ya que, desde 1917, ha sido el lugar de veraneo predilecto de su familia. Mucho antes, desde el siglo XVII, se consolidó como la base de la marina real. Sede de la Sociedad Real de la Navegación en Yate, su puerto también acoge hoy numerosas embarcaciones privadas. La isla apenas cuenta con 120 habitantes fijos, pero con la llegada del buen tiempo la invaden hasta 3000 personas de cara principalmente a disfrutar de las actividades náuticas. Lejos del aspecto bucólico que ofrece durante la temporada turística, Sten explota su lado desapacible, perturbador y peligroso: la aridez de parte de su orografía, su lejanía de la “civilización”, la soledad que en ella se respira, su población escasa, y la inclemente climatología que la azota la mayor parte del año, entre otros aspectos, le sirven de inspiración para ambientar en ellas sugerentes intrigas criminales.

Korsö

Todavía más inquietante e inaccesible es la isla de Korsö, que se encuentra enfrente de la isla de Sandhamn, un escenario determinante en Morirás esta noche. Tal y como nos instruye la escritora al final del libro: “En los años 30 se quería contar con la posibilidad de poder cortar el acceso a Estocolmo en caso de una invasión. Para ello se comenzó a construir una batería pesada en la isla. Como casi todas las que se construyeron a lo largo de la costa, la Marina se tuvo que conformar con cañones viejos desmontados de distintos buques (…) La artillería de Marina y más tarde el segundo batallón anfibio tenía base en Korsö hasta los años noventa (…) En 1995 la batería de vació de munición y desde entonces no se ha utilizado. Durante el otoño de 2008 se desmontaron todas las piezas fijas de la artillería y la batería de Korsö se desmontó en su totalidad. Las piezas se cortaron y se destinaron a chatarra, y los edificios se derruyeron y se sellaron. Solo queda de la batería u montón de piedras. Todavía está prohibido desembarcar en la isla”.

Algunas declaraciones de Viveca Sten

Los orígenes: «Había escrito diversos ensayos relacionados con temas legales pero, hacia la primavera de 2005, me entraron muchas ganas de aventurarme en la ficción. Parte del empuje provino del hecho de que en esa época estaba realizando un máster sobre management que, dirigido a mujeres ejecutivas, incluía un ejercicio en el que nos teníamos que fijar una meta. El espíritu creativo, eso sí, lo llevaba dentro de mí desde mucho tiempo atrás: fui editora del periódico escolar, donde tenía una columna, así como redactora jefe de la revista jurídica de la universidad. Desde el principio supe que la isla de Sandhamn en la que habían transcurrido todos mis veranos debía aparecer en mi ficción. Bastó con que se cruzara por delante de mis ojos la imagen de un cadáver que ha quedado varado en la orilla de una playa para que arrancara mi primera novela de crímenes».

Asuntos domésticos: «Tanto o más que los crímenes me interesan los dilemas a los que se enfrentan las parejas de hoy en día: El peligro de caer en rutinas o de no tener nada en común una vez los hijos se han marchado de casa, por qué se asume que una buena oferta laboral de él movilizará a toda la familia pero la de ella no se considerará igual de importante, el reparto de las tareas domésticas…».

Veta ecológica: «No deseo que mis libros sean una plataforma política. Para empezar, no soy una persona muy politizada, lo que quizás se deba al hecho de haber trabajado tantos años como abogada. Dicho esto, uno de los puntos sobre los que sí que me propongo manifestarme es la necesidad de ser respetuoso con los recursos naturales del archipiélago. También es mi intención proteger las viejas tradiciones de las islas como, por ejemplo, permitir el acceso libre a sus playas y no levantar cercas que delimiten una propiedad privada. Los visitantes han podido moverse a su antojo por ellas durante siglos y así debería continuar siendo en el futuro».

 

 

 

 

 

Compartir

Síguenos