John Rebus

John Rebus

Ian Rankin

JOHN REBUS,  la serie

Cuando le llegó la edad de retirarse al inspector John Rebus en la novela La música del adiós (2007), una diputada del Parlamento escocés sugirió públicamente al ministro de Justicia la posibilidad de retrasar la edad de jubilación de los policías para que Rebus continuara trabajando en la ficción. Más allá de las intenciones reales o no de la diputada, esta anécdota ilustra la enorme popularidad que ha alcanzado la serie escrita por Ian Rankin y protagonizada por su incorregible inspector. Por cierto, aunque jubilado, Rebus sigue dando mucha guerra. No han podido retirarlo ni el Departamento de Policía, ni las leyes escocesas, ni el propio Ian Rankin.

De hecho, Rankin conoce desde el principio esa tendencia de Rebus a desobedecer a todo el mundo, incluso a su creador. En el borrador de la primera novela de la serie, Nudos y cruces (1987), John Rebus moría. Así que esa obra ni siquiera iba a iniciar una serie sobre un taciturno inspector de policía de la ciudad de Edimburgo. Pero, en el último momento, algo le dijo a Rankin que debía cambiar su final. De esta manera se iniciaba una larga relación entre personaje y autor que dura ya más de dos décadas y, de momento, veintidós novelas.

El protagonista absoluto de la serie es, por supuesto, Rebus, pero hay otros personajes que la convierten en una de las series más especiales de la novela negra actual. De entre todos ellos habría que destacar al menos a cuatro. En primer lugar, a Siobhan Clarke, compañera de Rebus durante años y que lo ha tenido como mentor mientras ella iba adquiriendo más responsabilidades dentro del cuerpo. Rankin ha sabido construir una relación muy atractiva entre ambos, sin caer en recursos fáciles como la tensión sexual ni la devoción absoluta de Siobhan, que tiene también un carácter fuerte y sabe cantarle las cuarenta a Rebus cuando es necesario.

Otro personaje con el que Rebus mantiene una sorprendente relación es con el mafioso Big Ger Cafferty, criminal que mueve los hilos en los bajos fondos de Edimburgo. Como Rebus, Cafferty es individualista, inteligente, mordaz y no le gusta contarle a nadie cuál va a ser su próximo paso. De hecho, él y Rebus se parecen más de lo que les gustaría reconocer a ambos. A lo largo de las veintidós novelas de la serie, Cafferty aparece con regularidad, pero con diferentes niveles de relevancia, desde el cameo hasta el protagonismo más absoluto.

Malcolm Fox sería el otro gran compañero de Rebus dentro de la policía de Edimburgo. Rankin lo concibió para que protagonizara su propia serie (ahí están las notables novelas Asuntos internos y Las sombras del poder para demostrarlo). Era prácticamente el negativo de Rebus: policía que investiga a otros policías, serio, responsable, insobornable… pero con algunos rincones oscuros que vamos descubriendo a lo largo de sus apariciones.

Y, como último personaje, hay que mencionar a la ciudad de Edimburgo. Sin ella no existiría esta serie. Alejada de los clichés para turistas, Edimburgo muestra su reverso más oscuro pero también más cotidiano. Vemos el Edimburgo de los malhechores, el de los bares con clientes habituales y locales cutres, y también el de la corrupción política y el de los negocios sucios dentro de las esferas de poder. La serie se ha alejado en muy pocas ocasiones de una ciudad a la que es imposible amar de verdad si no la odias un poco.

 

JOHN REBUS, el personaje

En su primera aparición, John Rebus ya había cumplido cuarenta años y se adivina su particular carácter, que irá desarrollándose en novelas posteriores. Es inspector de policía en Edimburgo con un pasado militar en el Special Air Service (SAS), etapa de la cual no le gusta hablar mucho, como de casi nada de su vida personal. Gruñón, independiente, un poco malhumorado, un poco taciturno, y siempre irreverente y sarcástico con sus superiores. Se adivina que nunca medrará demasiado en el cuerpo con su actitud ni a él le importa demasiado. Eso sí, adora su trabajo y no sabría qué hacer sin él.

Su vida personal es un desastre. Divorciado de Rhona y con una hija, Samantha, que vemos crecer a lo largo de la serie, Rebus vive en un apartamento lleno de platos vacíos, ceniceros rebosantes y vinilos de rock ‘n’ roll. Es un hombre de vicios: la cerveza, el whisky (si es Laphroaig, mejor), el tabaco que sabe que tiene que dejar y muchas guitarras. De hecho, es una de las series policiacas más musicales que existen. Podemos escuchar un montón de referencias mientras los leemos: desde canciones que suenan hasta bromas de doble sentido sobre el mundo del rock. Incluso hay varias novelas de la serie cuyo título original se inspira en un LP o una canción. «Ah, tú eres el tipo que nos roba los títulos de los discos» le llegó a decir Mick Jagger a Ian Rankin en una fiesta.

Su vida social raramente va más allá del trabajo. Probablemente su mejor amiga sea su compañera durante años Siobhan Clarke; tuvo un lío amoroso con la que después sería su superior, Gill Templer; en las últimas novelas mantiene una relación con Deborah Quant, patóloga que hace autopsias para la policía… Su vida desordenada no llega a ser un caos gracias a su trabajo de policía, que sustenta buena parte de la vida de Rebus.

Ian Rankin reconoce que a veces John Rebus es indomable incluso para él. Ambos discuten constantemente sobre qué puede y no puede hacer el otro, y, en general, sobre sus diferentes visiones del mundo. Porque no hay que olvidar que Rebus y Rankin son muy distintos. Siempre existe la tentación de pensar que uno es el alter ego del otro, ya que comparten algunos rasgos, como que nacieron en la misma localidad (Cardenden) y visitan regularmente un bar llamado Oxford para beber pintas en buena compañía. Pero en realidad, hay muchas diferencias entre ellos. Aunque se compenetran de maravilla.

Sobre el autor

Ian Rankin

En la universidad, se alejó de la poesía para dedicarse al relato breve. También con este género obtuvo varios premios literarios, y uno de esos relatos fue creciendo y...