Interior blog Mosley

Easy vuelve a meterse en un lío ... pero cuenta con la ayuda del diablo

28 octubre 2021

Al rojo vivo, décimo quinta novela del detective privado Easy Rawlins. Un veterano de la guerra de Vietnam llega al despacho de nuestro hombre con una historia confusa: cree haber matado a un hombre durante una refriega en la que salió en defensa de una mujer negra. Pero al despertar tras una fuerte conmoción, no había rastro de su antagonista y su recuerdo del violento episodio se revela lleno de lagunas. Algo huele a podrido, las posibilidades de que haya trampa son considerables, que el asunto sea una pesadilla parece un hecho, quien le pide ayuda es un hombre blanco y deberá buscarle las cosquillas al ejército. Todo en este caso dispara alarmas ensordecedoras. Aceptarlo es una locura. Easy acepta.

Este sentido fatalista del protagonista, su tendencia a meterse gustosamente en la boca del lobo es uno de los rasgos más encantadores de un personaje que cabe congratularse de que continúe dando tantas satisfacciones al género negro desde que naciera hace más de treinta años, fruto de la voluntad de su autor de modelar a un detective según las directrices de clásicos como Raymond Chandler o Ross MacDonald, al tiempo que prosiguiendo la senda de la denuncia racial representada por su maestro Chester Himes.

Y aquí tenemos de nuevo al viejo Easy, cerca del momento de soplar cincuenta velas, más descreído, mordaz y sabio que nunca, con su amado y odiado Los Ángeles convertido en un polvorín en la recta final de los años 60: ansias de libertad, protestas, violencia. Al rojo vivo refulge en la capacidad de toda la saga para funcionar siempre al modo de muñecas rusas: un caso principal por el que se cruzan otros casos secundarios, el retrato íntimo de un detective con profundas heridas sentimentales y una compleja situación familiar conectada a un conflicto social que lo trasciende como es del racismo institucionalizado y rampante. Todo esto atravesado por la inquietante pregunta de cómo traspasar límites morales y éticos sin que acabe tiznándote el alma.

Bienvenidos pues al último rompecabezas y quebradero de cabeza de Mr. Rawlins, posiblemente aquel que va a conducirle por lugares y ambientes más diversos, por la montaña, el desierto y el asfalto, de clubs de alterne a fastuosas mansiones, de círculos hippies a submundos mafiosos. ¿Cómo sobrevivir al viaje sin la ayuda del diablo? Por fortuna (o no), el diablo es un amigo. Para malas compañías y casos perdidos, nadie como Easy Rawlins.

Antonio Lozano, Director de Serie Negra.

Compartir

Síguenos