Una pequeña localidad del norte de Escocia sufre la mayor tragedia que sus habitantes recuerdan: un ex militar irrumpe en el colegio y mata a sangre fría a dos de sus alumnos, de tan solo diecisiete años. Semejante acto de locura desconcierta al inspector John Rebus, que se traslada hasta el lugar de los hechos para investigar el móvil del crimen.