Indiscutible autor de referencia del género negro de las últimas dos décadas, Michael Connelly (Filadelfia, 1956) ha vendido más de cuarenta y cinco millones de ejemplares en todo el mundo, habiéndose traducido sus libros a treinta y nueve idiomas. El que fuera presidente de la asociación Mystery Writers of America entre 2003 y 2004 ha visto multiplicada su inmensa popularidad a raíz de adaptaciones cinematográficas como la que Clint Eastwood llevó a cabo en 2002 de su novela Deuda de sangre o, más recientemente, la de Brad Furman con El inocente. Sin embargo, ha sido su creación del detective angelino Harry Bosch la que le ha valido más méritos para encontrarse en la cima de la novela policíaca actual.

Licenciado en periodismo por la Universidad de Florida, el laboratorio de pruebas de Michael Connelly fue el periodismo de sucesos, primero en diarios de Daytona Beach y Fort Lauderdale, para los que investigó la denominada "guerra de la cocaína" de los años 80, llegando a ser finalista del Pulitzer por un artículo acerca de los supervivientes de un accidente aéreo. Después se trasladó a Los Ángeles para a ejercer de reportero especializado en crímenes en el periódico Los Angeles Times, labor que puso los cimientos de su futura carrera literaria.

Su salto a la novela se produjo en 1992 con El eco negro, carta de presentación de Harry Bosch que obtuvo el Edgar Award a la mejor ópera prima. A partir de entonces, ha compaginado la serie consagrada al detective –donde se incluyen obras tan exitosas como El hielo negro, Más oscuro que la noche, Ciudad de huesos y Echo Park- con títulos independientes –caso de Deuda de sangre, Luna funesta y Llamada perdida-, una trilogía en torno a los reporteros Jack McEvoy y Rachel Walling –El Poeta, Cauces de maldad (también con Harry Bosch) yLa oscuridad de los sueños,- y, a partir del año 2005 con El inocente, una nueva serie enmarcada en el género del thriller legal por medio de la figura del abogado Mickey Haller. Aficionado a cruzar personajes de varias novelas, Bosch y Haller han unido esfuerzos en dos libros, El veredicto y The Reversal (que RBA publicará en 2014), mientras que el segundo ha aparecido en solitario en un cuarto título, The Fifht Witness, al tiempo que la cadena ABC prepara una serie de televisión sobre él. Además de tener una gran cantidad de relatos propios repartidos en antologías y de haber editado libros colectivos de cuentos de relevantes colegas, el escritor recopiló en Crime beat algunos de sus reportajes de temática criminal más destacados; fue co creador del show de televisión Level 9, dedicado a una unidad que combate delitos cibernéticos, y se ha interpretado a sí mismo en varios capítulos de la serie policíaca de humor Castle. El escritor ganó en 2012 el VI Premio Internacional RBA de Novela Negra con La caja negra.

Tras los pasos de Raymond Chandler

Michael Connelly ha destacado en múltiples ocasiones que, pese a su deuda en términos de objetivos y tono con los grandes clásicos americanos, sus novelas están muy ligadas a la actualidad, dado que lo mueve la intención de reflejar el momento en el que son publicadas, e inspiradas en gran medida por la mezcla de turbación y luminosidad que desprende Los Angeles. Su traslado a la misma para ejercer de reportero no solo lo puso en contacto con la ciudad que lo había fascinado leyendo a Raymond Chandler sino que le permitió establecer un método de investigación y una red de contactos que se revelaría providencial de cara a sus futuras obras de ficción. “Mi lugar estaba en un punto intermedio entre el policía y el ciudadano corriente –ha declarado-. Tenía un acceso privilegiado a los casos, pero no corría riesgos reales, ni físicos, ni psicológicos, pues me mantenía alejado de la escena del crimen” ha señalado.

Tal y como expresó en una entrevista: “Por un lado, es una ciudad de acogida, un destino para millones de personas. Yo mismo, incapaz de escribir novelas negras en mi lugar de nacimiento, Florida, crucé el país y me instalé en ella, arrastrado por la convicción común de que es un lugar donde reinventarse y empezar de nuevo. Los Ángeles es el puerto de tus deseos y esperanzas, transmite la sensación de que en ella puede ocurrir cualquier cosa y hacerlo rápido, es un foco donde las expectativas adquieren una resonancia y visibilidad extra. Por otro lado, es una urbe que encierra una potente metáfora de la vida: es un bonito lugar con su océano, montañas, desierto, paisaje... pero siempre hay algo que no acaba de funcionar, llámesele desastres naturales (terremotos, inundaciones) o humanos (luchas raciales, abismos de clase...)”.

 

 

 

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